Cómo comer sin sal en las comidas

El exceso de sal puede acarrear graves problemas de salud. Cada vez consumimos más sal sin darnos cuenta, y es que está presente en una gran cantidad de alimentos, incluso en los dulces.

En O2 Centro Wellness queremos que seas consciente, de cómo puedes controlar esa ingesta de sal y así, reducirla.

 

La sal, más peligrosa de lo que creemos

El sodio es necesario en nuestro organismo para el correcto funcionamiento y equilibrio de músculos y nervios. El problema no está en su consumo, sino en tomarla en exceso, ya que puede provocar tensión alta y retención de líquidos, entre otros

Debido a que la sal está compuesta por cloruro de sodio, al ponerse en contacto con algún líquido, en este caso la saliva, se liberan iones que nos provocan la sensación de que una comida tenga un buen sabor, con lo cual, es adictiva. 

Otra de las razones por las que la consumimos es porque potencia el sabor de la comida, por ello, la OMS recomienda reducir el consumo de sodio en los adultos a menos de 2 g/día.

 

Alternativas a la sal

Podemos potenciar el sabor de las comidas añadiendo otros sustitutos de la sal, como pueden ser:

  • Especias o hierbas: aportan matices diferentes y fomentan el sabor. Se pueden añadir a salsas, caldos o cremas
  • Ralladura o zumos cítricos: para potenciar el sabor de los alimentos. 
  • El jengibre: es muy interesante en carnes blancas, ya que aporta un toque picante. 
  • Marinar los alimentos: Sirve tanto para carnes como para pescados y es una gran opción para dar sabor a los alimentos y que queden más jugosos. 
  • Sofritos como el ajo o la cebolla: dan sabor y se pueden añadir a la mayoría de las comidas. 
  • Queso: es un alimento irresistible y aportará un gusto único a cada plato. Eso sí, conviene no abusar de él debido a su aporte rico en grasas. 
  • Recurre a otros tipos de sales: Si necesitas añadir una pizca de sal, mejor opta por otros tipos de sal, como la sal marina, la sal del Himalaya o la flor de sal, ya que son más naturales y menos refinadas que la tradicional. Aun así, hay que tener precaución, porque por el hecho de que sean más naturales no significa que podamos añadir más cantidad. 
  • Cocinar a fuego lento: Una buena manera de evitar que la carne pierda sabor, es cocinar los alimentos y que queden dorados, de esta forma no pierden su jugo y no se necesita recurrir a la sal. 

También es conveniente evitar todos aquellos con un alto contenido en sodio como son comidas preparadas, alimentos ultraprocesados, cereales de desayuno, enlatados o salsas ya elaboradas. 

En conclusión, podemos destacar que la sal en sí no es perjudicial, pero sí lo es la forma y cantidad en la que se consume

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