Cómo mantener una alimentación saludable durante las vacaciones

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Las vacaciones son una época para descansar, disfrutar y salir de la rutina. Sin embargo, también pueden convertirse en un desafío para mantener hábitos alimenticios equilibrados. Cambios de horarios, comidas fuera de casa, viajes… Pueden alterarnos y llevarnos a comer en exceso o de forma poco saludable. 

Pero disfrutar del tiempo libre no tiene por qué significar descuidar tu salud. Con algunos consejos sencillos, es posible mantener una buena alimentación sin dejar de gozar de los placeres del verano.

Come con moderación

Uno de los principales errores durante las vacaciones es pensar que hay que elegir entre comer sano o disfrutar. Este pensamiento «todo o nada» puede llevarte a comer en exceso con la idea de que luego volverás a «compensar». 

La clave está en el equilibrio. Comer un helado no significa que tu dieta haya fracasado. Solo asegúrate de mantener un equilibrio.

Planifica sin agobiarte 

Si estás de vacaciones y tienes acceso a una cocina, puedes planificar menús sencillos con alimentos frescos. No necesitas preparar menús elaborados ni seguir una dieta estricta. Solo basta con tener opciones saludables a mano: frutas, verduras, frutos secos, yogures naturales, huevos, legumbres, cereales integrales, etc.

Si viajas, lleva contigo snacks saludables para evitar recurrir a opciones ultraprocesadas: frutos secos, fruta deshidratada, barritas de avena o galletas integrales.

Hidratación

Con el calor y el aumento de la actividad física, es fácil deshidratarse sin notarlo. Además, muchas veces confundimos sed con hambre. Lleva siempre una botella de agua contigo y evita el consumo excesivo de refrescos azucarados o bebidas alcohólicas.

Come conscientemente

Disfruta de tus comidas con calma, prestando atención a las señales de hambre y saciedad. Evita comer por inercia o por aburrimiento.

El «mindful eating» te permite saborear más los alimentos, comer menos cantidad y sentirte satisfecho sin excesos. Además, mejora la digestión y te ayuda a mantener un mejor control de lo que consumes.

No te saltes comidas, organiza tus horarios

Aunque es normal que los horarios cambien durante las vacaciones, saltarse comidas puede llevar a una mayor ingesta en la siguiente comida o a un picoteo sin control. Trata de mantener una estructura: desayuno, comida, merienda y cena, adaptada a tu ritmo vacacional.

También es importante no dejar pasar muchas horas sin comer, ya que esto puede generar bajones de energía.

Prioriza alimentos frescos y de temporada

En verano abundan frutas y verduras frescas, ideales para preparar ensaladas, smoothies, gazpachos o snacks saludables. Estos alimentos aportan agua, fibra, vitaminas y minerales, perfectos para cuidar tu cuerpo durante los días de calor.

Controla el tamaño de las porciones

Durante las vacaciones, es fácil caer en comidas muy abundantes, especialmente en buffets. Una buena estrategia es servirte porciones pequeñas y repetir solo si realmente lo necesitas. Elige platos pequeños y empieza siempre con vegetales o ensaladas.

Recuerda: no se trata de privarte, sino de comer lo que necesitas.

Mantente activo, pero sin presión

No hace falta seguir una rutina estricta de entrenamiento durante las vacaciones, pero moverte es clave para sentirte bien. Caminar por la playa, nadar, bailar, hacer senderismo o andar en bicicleta son formas de mantenerte activo.

La actividad física ayuda a regular el apetito, mejora el estado de ánimo y favorece una buena digestión. 

 

Ideas de menús saludables para vacaciones

  • Desayuno: Yogur natural con frutas frescas (como melón, sandía o kiwi), semillas de chía y un puñado de avena.
  • Comida ligera: Ensalada de garbanzos con tomate cherry, pepino, pimiento, aceitunas negras y aliño de aceite de oliva y limón. Puedes acompañarlo de un filete de carne.
  • Cena equilibrada: Filete de pescado a la plancha con verduras asadas y una porción de arroz integral.
  • Snack saludable: Fruta con un puñado de frutos secos.

Ahora que sabes cómo hacerlo, ¡ponlo en práctica! Y recuerda que puedes contar con servicio de nutrición en tu club O2 Centro Wellness para que te guíen hacia tu mejor versión. 

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