A menudo solemos comer entre horas sin tener ni siquiera hambre, y la mayoría de las veces lo hacemos de manera inconsciente. Para evitar el picoteo, lo más recomendado es comer cinco- seis veces al día. Si además en estas comidas incluimos frutas, verduras y alimentos bajos en grasas, llevaremos un estilo de vida saludable. Nuestra colaboradora Reme Navarro, nutricionista y farmacéutica, nos cuenta algunos consejos para no caer en el intento.
El primer paso es identificar el tipo de hambre. Aquí distinguimos dos:
- Hambre física: donde comemos sin justificación, tenemos sensación de hambre constante.
- Hambre emocional: comemos y nos sentimos culpables. De repente nos sentimos muy hambrientos y por ello comemos lo primero que encontramos por casa, aunque no sirve cualquier alimento porque solo te satisfacen alimentos muy calóricos.
Si tu hambre está más relacionada con el emocional, tienes que cambiar modelos en tu alimentación. En este tipo de hambre, es la mente quien te pide comer y no tu cuerpo. Cuando tendemos a comer entre horas, un aspecto que queremos satisfacer es el placer. Si tenemos un bajo déficit de placer, será muy difícil tener una buena relación con la alimentación saludable.
Consejos para evitar picar entre horas
- Hacer siempre la compra con una lista: a menudo, nos da pereza, tenemos falta de tiempo… y esto es un gran error. La mayoría de las veces que vamos a comprar al supermercado y no llevamos lista, se traduce en que vamos comprando alimentos que no necesitamos.
- No hacer la compra con hambre: lo único que puede suceder es que si pasamos por un pasillo donde están todos los ultraprocesados, snacks, dulces… caemos en la tentación y terminamos llevándonos algo.
- Realiza 5-6 comidas al día: lo ideal es comer más o menos a la misma hora, de manera variada e incluir en cada comida frutas, verduras, carnes y pescados. Si por el contrario eres de comer 3 veces al día, aunque lo hagas en grandes cantidades no aguantarás tantas horas con el estómago vacío, por ello, los nutricionistas aconsejan ingerir menos cantidad, pero más veces.
- Diferenciar el hambre de la sed: cuidado con las señales que manda tu cuerpo. Tendemos a confundir hambre con sed o cansancio. Si tienes muchas ganas de comer de repente, primero bebe un vaso de agua, y después ten calma antes de comer lo que sea.
- Planificar las comidas: un día a la semana intenta dedicarlo a hacer el menú semanal. Esto hará, que compres solo lo que necesitas realmente.
- Practicar ejercicio físico: de esta manera, nos olvidaremos un poco de comer. Por ejemplo, basta con 10 minutos por la noche hacer ejercicios de relajación o salir a caminar a diario unos 30 minutos.
- Sustituye los ultraprocesados por fruta: cada vez que necesites un alimento de este tipo, come una pieza de fruta. Uno de los trucos que más funciona es comer fruta en lugar de alimentos ricos en carbohidratos o grasas. Las frutas no contienen casi calorías, tiene mucha agua y vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.
Todas estas recomendaciones pueden ayudarte a controlar esa ansiedad por comer, pero también hay que reconocer el motivo por el que surge. En nuestros clubs O2 Centro Wellness encontrarás actividades de diferentes disciplinas, guiadas por nuestros instructores, y un apartado de nutrición con video recetas que te ayudarán a cuidar tu alimentación.